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viernes, 11 de marzo de 2016

RECITAL DE MÚSICA Y POESÍA

Este es el programa, las fotos y vídeos del "Recital de Música y Poesía" que se celebró para conmemorar el "Día de Andalucía". 

El recital tuvo tres escenarios:  la Biblioteca Municipal de Churriana de la Vega -evento al que fueron invitados alumnos y alumnas, profesores y profesoras, padres y madres-; la Biblioteca del IES Federico García Lorca -en esta ocasión contamos con la aportación musical y poética de los alumnos del IES Alonso Cano de la localidad de Maracena- y el Aula de Música del IES Alonso Cano -al que acudimos para completar esta actividad intercentros-. 


PROGRAMA DEL RECITAL DE MÚSICA Y POESÍA 

"Granada": se trata de una serenata reposada y sensual en la que la mano izquierda presenta una rica melodía que constituye el tema principal. Un segundo tema, en modo menor, contrasta con su atmósfera melancólica y de misterio. Esta pieza es uno de los cuatro cuadros de diferentes regiones y músicas de España: La Suite española Op. 47. ALBÉNIZ compuso esta obra para piano, dentro de la corriente nacionalista relacionada con el Romanticismo, si bien está pasada por el tamiz del refinamiento y la estilización.



"Soneto de la dulce queja" de Federico García Lorca


Aparece dentro de la colección de los Sonetos del amor oscuro, o simplemente Sonetos, escritos durante sus últimos años de vida por el poeta y dramaturgo granadino, que fueron recopilados y publicados póstumamente. En este poema, el poeta teme la pérdida del amor de su amado y del abandono.




Tengo miedo a perder la maravilla 
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.


"Amor Brujo" es una ballet de Manuel del Falla

En 1915, Falla transformó la primera versión en un ballet para orquesta sinfónica en una de sus obras más importantes, con tres canciones cortas para mezzo-soprano. Con este formato, El amor brujo triunfó como otras muchas obras de Falla. El argumento cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por su descreído antiguo amante. La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario. El libreto fue escrito por Gregorio Martínez Sierra, si bien se ha llegado a poner en duda su autoría, en favor de su mujer, María de la O Lejárraga García, feminista apasionada que publicó obras bajo el nombre de su marido. La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, e incluye las famosas Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y Danza del terror. Una historia de hechizos, de brujería, donde el espectro del amante muerto de Candela se le aparece celoso ante sus amores con Carmelo.
              
" Para nuestra patria" de Mahmud Darwish


Es uno de los más grandes poetas árabes contemporáneos y también una leyenda viva: sus libros circulan a millares por todos los países árabes y los estadios se llenan para escuchar sus recitales poéticos, acontecimientos irrepetibles que nadie quiere perderse. Hombre laico y moderno, refinado y elegante, Darwish es un palestino de diálogo, aunque su voluntad no se doblegue fácilmente ni esté dispuesto a hacer concesiones humillantes.  El poema, fácilmente secundado por todos los que ensalzan a la humanidad por encima de la guerra, defiende la idea de la tierra, como paraíso para la paz.

Para nuestra patria,
Próxima a la palabra divina,
Un techo de nubes.
Para nuestra patria,
Lejana de las cualidades del nombre,
Un mapa de ausencia.
Para nuestra patria,
Pequeña cual grano de sésamo,
Un horizonte celeste... y un abismo oculto.
Para nuestra patria,
Pobre cual ala de perdiz,
Libros sagrados... y una herida en la identidad.
Para nuestra patria,
Con colinas cercadas y desgarradas,
Las emboscadas del nuevo pasado.
Para nuestra patria cautiva,
La libertad de morir consumida de amor.
Piedra preciosa en su noche sangrienta,
Nuestra patria resplandece a lo lejos
E ilumina su entorno...
Pero nosotros en ella
Nos ahogamos sin cesar.

"El mar, la mar" de Rafael Alberti

Este poema es una sentida evocación del mar lejano y un cariñoso reproche al padre por haberlo alejado de éste. La nostálgica añoranza de la tierra gaditana inspira MARINERO EN TIERRA , publicado en 1924 y con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía. Pertenece a la primera etapa del poeta, caracterizada por el popularismo. El recuerdo, visible en notas de estilizada tristeza, se vierte -como dijo Juan Ramón- en una lírica ágil, graciosa, parpadeante: andalucísima. Los versos rezuman luz, blancura, vivo colorido. En su mayor parte, se inspiran en aquellas formas ligeras de lírica tradicional elaboradas con singular finura y perfección.




"Bellum jeans" del poemario "Mi Primer Bikini" de Elena Medel (Córdoba, 1985)

Es una escritora española dedicada especialmente al campo de la poesía. Ganadora del premio Andalucía Joven concedido por el Instituto Andaluz de la Juventud con su primer poemario Mi primer bikini. Autora de Vacaciones (2002), Tara (2006), Chatterton (Premio de la Fundación Loewe a la Creación Joven, 2014) y el cuaderno Un Soplo En El Corazón (2007). Sus poemas han sido traducidos en distintos idiomas. Es una de las voces jóvenes de la poesía española. Forma parte del equipo coordinador de La Bella Varsovia, colectivo cordobés que promociona a los autores jóvenes, sobre todo, en internet. MI PRIMER BIKINI explora el complejo universo de la adolescencia, plasmando el caos y el impulso de búsqueda propios de esa edad mediante el uso de iconos actuales. En el poema "BELLUM JEANS", la autora entre el onirismo y el realismo, apunta, en el estilo coloquial, al tema de la anorexia.

Hoy, por fin, descubro que tengo buena suerte.

Que cada vez es más sencillo que las yemas de mis dedos
viajen, intuitivas, por los túneles de mi torso.
Que mi estómago ha aprendido del mito de Narciso
y ya silencia él sólo su grito desgarrado:
la desgracia de la hermosura ansío para mí.
Que mis dedos escarban y consiguen rescatar lo inútil,
o lo útil que yo sé -o creo- que no sirve.

Por merecer la más bella envoltura rezo cada noche.

Por ser la vencedora en la batalla diaria de Zara:
la guerra de los pantalones vaqueros más estrechos,
de colores, con dibujos, los de marca, los más caros,
porque cada vez es más sencillo que las yemas de mis dedos
viajen, intuitivas, por los túneles de mi torso.
Por liderar el ranking de los cuerpos más apetecibles,
más llamativos, por una cosa u otra, a la cabeza
de las sedas varoniles, los mentones perfectos,
el vello hermoso enmarcando sus labios.

Aunque no sea alta ni melancólica ni mis manos expertas.
Insignificante, sonriente e ingenua como soy
acumulo mandatos de porcelana en el cubo de basura.
Y cada vez es más sencillo que las yemas de mis dedos
viajen, intuitivas, por los túneles de mi torso.

Magnífica estrella la mía. Hoy, por lo menos,
tan sólo me duele la habitación número trece.

Y es un lujo morir habiendo prescindido del desayuno.


"Para que no me olvides" de  Paula Bozlonto


El primer libro de Paula Bozalongo (Granada, 1991),Premio Hiperión, no teme abrir al lector las compuertas de la intimidad. A la vez diario cómplice y cancionero de ausencias, Diciembre y nos besamos despliega un horizonte vital cuya geometría oscila entre la línea recta y el círculo vicioso. Uno de los hallazgos de esta propuesta reside en su habilidad para sortear la emoción explícita mediante alegorías visuales (la casa deshabitada como imagen del abandono), la geología (la metamorfosis del sujeto en cueva humana) o la escultura (la frialdad de Bernini como encarnación de la distancia)...

En el cenit del tiempo
cuando la lluvia grita
y un relámpago vela la habitación vacía,
se ha apagado la luz.

El techo se ha cansado
de sostener el agua
que pedirán las flores en abril.

Estamos en diciembre
y hay tormentas que rasgan
su duelo en el cristal
para que no te olvides
de quererme en invierno


"Aunque tú no lo sepas" pertenece al poemario Habitaciones separadas (1984) de Luis García Montero 

Octavio Paz señaló de este libro su tono sostenido, poderosa nostalgia, emoción delicada que no alza la voz, poesía escueta, ceñida. La poesía de Luis Gracia Montero indica una de las tendencias más valiosas de la lírica española contemporánea, esa línea que se ha llamado “poesía de la experiencia”." Podríamos llamarla también poesía de la vida, poesía que trata de explorar la realidad de todos los días, que colindan por una parte con lo maravilloso y por otra con lo cotidiano. Es un libro lleno de emociones en el cual, estoy seguro, los jóvenes van a reconocerse. Pero no solo ellos, todos nosotros podemos reconocernos en muchos momentos de este libro escrito en versos diáfanos y al mismo tiempo inteligentes”

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.


"Un pequeño vals vienés" de Federico García Lorca

Es uno de los últimos poemas de POETA EN NUEVA YORK, el propio García Lorca manifestó cómo estos discursos de Poeta en Nueva York se hallan “llenos de hechos poéticos dentro exclusivamente de una lógica lírica”, de manera que su lógica es una lógica poética, inmanente; no obstante, no dejan de hacer afirmaciones inteligibles y de inducir connotaciones muy asertivas; la fraternidad incluye por igual la realización de la propia opción erótica y el respeto a ella. Así se ha dicho -y resulta bien transparente- que el “Pequeño vals vienés” es un texto de amor homosexual, y además se interpreta que “preludia la salida liberadora hacia el Paraíso cubano” (Lorca viajará en efecto por esas fechas de Nueva York a Cuba). Con la elocución se imita el ritmo de la música, y ello no solo mediante los estribillos -como también se ha advertido-, sino con toda clase de recurrencias algunas de las cuales sobre todo - repetidas- simulan o traducen ciertamente un baile y en concreto el vals referido en el título.



En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.marinera;
siempre me la inflaba el viento 
al divisar la escollera!
 

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