Recordar a Federico García Lorca significa hablar de Romancero Gitano, de Poeta en Nueva York, de La Casa de Bernarda Alba, etc. Significa también rememorar su compromiso con la República, su implicación con la cultura popular, su militancia en la educación del pueblo. Sin embargo, durante décadas se ha obviado deliberadamente, cuando no olvidado con pertinaz contumacia, su homosexualidad.
En un mundo de iguales y de respeto a cualquier opción sexual podría no importar, por no ser relevante. Mas esa situación no es aún, por desgracia, una realidad. A lo que cabe añadir que toda su obra la atraviesan referencias a su opción sexual, por lo que en su estudio debería tenerse en cuenta como un factor relevante.
Por todo ello, y porque su execrable asesino, Juan Luis TresCastros Medina, afirmó que le había pegado “dos tiros en el culo por maricón”, hemos creído conveniente, cuando se cumplen 80 años de su vil asesinato, dedicar esta Primera Feria del Libro de nuestro Instituto a quien nos ofrece su universal nombre, al defensor de la cultura militante, al republicano comprometido, al discreto homosexual.
Deseamos reivindicarlo, sintiéndonos orgullosos de Federico en su plenitud. De ahí que, en su honor, organicemos una modesta exposición de Poesía, lesbianismo y homosexualidad. Con esta iniciativa queremos aportar un punto y seguido en la normalización del género, tanto literario como sexual.
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